Los Hijos De Las Nubes

Teatro documental confesional

Una obra de teatro que trata sobre exiliados, sobre nómadas, sobre gente que camina. Los “hijos de las nubes” es el nombre que se les da a los nómadas beduinos que, como los bíblicos Adán y Eva, o el propio Moisés, caminan constantemente buscando el agua y los medios para su supervivencia en el desierto. Ya sea porque han sido expulsados del Paraíso o porque el Paraíso les ha sido prometido. Partiendo de una experiencia personal, narra el conflicto en el que se halla inmerso el pueblo saharaui y la relación de este conflicto con el pasado inmediato de España. “Los hijos de las nubes” es una forma de hacer una batalla, es una forma de estar en batalla a través de la poesía, del teatro.

Tras el desmantelamiento del campamento de Gdem Izik, en el Aaiún, la noche del domingo al lunes 8 de Noviembre de 2010, decido emprender un viaje que tiene como objetivo visitar el Muro de la Vergüenza, la frontera que separa Marruecos del Sáhara libre. Las noticias sobre la masacre perpetrada en el campamento me impulsan a emprender un viaje que si bien comenzó con la intención de acercarme a un pueblo hermano, ha resultado ser una indagación sobre mis propias raíces. Durante mi estancia en Tindouf, se produce la caída de Moubarak y de Ben Alí, en Egipto y Túnez, respectivamente. Estos sucesos que se fueron extendiendo por el norte de África y Oriente Medio, fueron vividos con gran intensidad por el pueblo saharaui, consciente de que se podrían abrir importantes perspectivas de cambio para la ansiada recuperación de su soberanía. Si tuviera que explicar en pocas palabras como viví este momento, hablaría de lo hermoso que resultó ver a un pueblo recuperar una fe que, si bien no estaba perdida, quizás sí arrinconada. “Los hijos de las nubes” es la historia de un viaje pero, fundamentalmente, es una forma de caminar-ser-estar en el mundo.

Partiendo del material recopilado in situ, y gracias a una beca de investigación ETC de la Cuarta Pared, escribo una obra a medio camino entre el documental y la ficción. Viajé a Tindouf en Febrero y, a mi regreso, comenzó el proceso de investigación que se extendió durante cuatro meses. En ese tiempo, fui escribiendo el texto e investigando sobre las diferentes posibilidades que ofrece el teatro documental, a partir del trabajo con un director (Julián Fuentes Reta), y un elenco formado por seis actores. Me interesaba proponer un teatro de urgencia que incidiera en cómo son vistos o representados los acontecimientos. Además, con los artistas que partiparon en el proceso de investigación de Cuarta Pared, se organizaron debates periódicos cuyo propósito era analizar de forma más profunda cuál es nuestro lugar como artistas dentro de la sociedad y sus circunstancias. Para el desarrollo del trabajo parto de la confrontación de universos (real-ficcional), según la cual, todo elemento ficcional, verosímil o inverosímil, contamina irremediablemente los hechos procedentes del mundo real, es decir, del mundo documental objetivo. En consecuencia, mi interés se centra, en desmontar la noción de documento sobre las fuentes documentales utilizadas y convertir todo relato, documental o no, en un relato ficcional. Con este trabajo quiero construir una forma renovada de teatro documento que no tiene como fin llegar a una verdad objetiva. No se trata de contar los grandes hechos ni una historia completa, sino de prestar atención al matiz, a los pequeños detalles. Walter Benjamin hablaba de la necesidad de contar la historia a contrapelo. Por ello, entendía que los historiadores debían contar también las cosas del día a día que, a priori, eran insignificantes. Contar la historia a contrapelo es contar la historia de los que no tienen voz, es contar una historia paralela que se enfrenta a la historia “oficial”. Y esa es la historia que me interesa, y esa es la historia que vamos a contar. Podemos decir que la obra surgida está suspendida en un nivel intermedio de ficción cuyos polos serían lo puramente objetivo-documental por un lado, y lo puramente subjetivo-confesional por otro. En el punto de encuentro entre objetividad y subjetividad absolutas es donde se encuentra la verdad relativa que reconocemos como nuestra. Poco a poco descubrí que sólo a través de la comprensión de mi yo, soy capaz de mantener un diálogo, de compartir un espacio, de trascender la mismidad y acercarme al otro.

Enlaces

Un pueblo que representa la batalla. Periódico El País, Crítica

Crónica político sentimental. Manuel Sesma Sanz

Ficha Artística y Técnica

  • Compañía: Abiosis
  • Texto: Lola Blasco
  • Dirección: Julián Fuentes Reta
  • Intérpretes: Miguel Insúa, Delia Vime, Borja Maestre
  • Iluminación: Jesús Almendro